5 de diciembre de 2012

Machu Pichu: las razones de una ciudad perdida



La famosa ciudadela de Machu Picchu, según datos que aportan los historiadores y arqueólogos(por medio del uso del carbono 14) habría sido construida, por orden del Inca Pachacútec en el siglo XV, y redescubierta, tras un largo tiempo sin saberse de su existencia o ubicación, por el norteamericano Hiram Bingham, en 1911. Ahora bien, la gran incógnita que surge al estudiar este tema, es ¿por qué razón este sitio se mantuvo perdido durante casi quinientos años?

Antes de pasar a responder este interrogante, resulta necesario para dar un primer paso, indagar acerca del motivo de la construcción de esta ciudad. Existen varias hipótesis a este respecto:

-En primera instancia se creía que había sido erigida como  una fortaleza militar o incluso como una residencia de descanso para Pachacútec, pero ambas hipótesis fueron perdiendo peso paulatinamente.

-Tras exhaustivos estudios, algunos especialistas consideran que Machu Picchu fue usado como santuario religioso, principalmente debido al carácter ceremonioso que acompaña a algunas de sus estructuras.

-También se especula que haya servido como monasterio donde se preparaban a las niñas que servirían al Inca y al Sumo Sacerdote, esto debido a que de los 135 cuerpos encontrados, 109 resultaron ser mujeres.

-No se descarta su uso como palacio.

-Por último, existe una posición ecléctica, muy difundida, que sostiene que esta ciudad estaba destinada a la habitación de la nobleza del imperio y de la casta religiosa, quienes tenían un acceso exclusivo a estas tierras.

Desarrollado este contenido, ahora sí podemos abordar la pregunta principal del tema, y ver las posibles razones de la desaparición de este sitio. Por un lado, encontramos las hipótesis más conocidas y abordadas en basta bibliografía, que acuden a la lógica. Ellas serían:

-El abandono de la ciudad por sus habitantes tras la resistencia frente a los españoles, mandado por Manco Inca.

-Una fuerte epidemia que obligó a abandonar la ciudad construida en una zona húmeda y con abundancia de insectos diversos.

-La muerte del soberano que la construyó y utilizó, habría obligado a sus habitantes a dejarla y clausurarla.

-Los Antis, nación enemiga del Inkario, que habitaba en la selva, habrían llegado al lugar, donde llevaron a cabo una matanza indiscriminada, obligando a su despoblamiento.

Y, por otro lado -motivo central de este ensayo-, existe otra versión de la historia, otra razón de mantener en secreto este ícono del imperio, difundida sólo por algunos de los que, en Cusco, se encargan de hacerla eco en los visitantes, a través de la tradición oral; esta es, el orgullo de la nación inca.

Siguiendo esta última versión, si adoptamos cualquiera de la hipótesis antes mencionadas sobre su construcción, Machu Picchu fue una ciudad de gran importancia en el Imperio Inca, reservada para pocos, y respetada por muchos; en pocas palabras (dichas por quienes hoy en día habitan el Cusco), una "ciudad sagrada".

Ante el avance español, y las sucesivas derrotas, el pueblo inca no veía grandes posibilidades de éxito; y ante una eventual derrota final, habrían decidido proteger aquello que era más representativo e importante para ellos: Machu Picchu. Y, allí, donde su orgullo se encontraba entre muros de templos y casas, también se hallaba una esperanza, ya que creían que algún día sus descendientes volverían a habitar aquellas tierras.

De este modo habrían borrado o desviado todos los caminos que hasta ahí llevaban, y habrían dejado de cocinar sus alimentos, para evitar dar señales de poblamiento con el humo y los olores que emanan. Esto habría llevado a una hambruna que acabó con quienes no huyeron.

Y ¿cómo es posible que no se hayan enterado los conquistadores de alguna forma de su paradero? Sencillo, se trataba de una convicción de todo un pueblo, que sin importar las torturas que recibiesen, incluso de niños, se habría mantenido inquebrantable hasta el final. Revelarlo habría sido una traición, cosa que no ocurrió.

Lamentablemente, el sueño de estos valientes aborígenes no habría podido completarse, ya que, si bien los colonos hispanos no encontraron este lugar, no es actualmente la morada de quienes portan su sangre en las venas. No obstante, sin quererlo, nos han dejado un legado cultural invaluable y un mensaje de coraje, y, hoy en día, esta ciudadela es reconocida como una de las siete maravillas del mundo moderno, siendo visitada por incontables viajeros de todas partes del globo, y, constituyendo un orgullo para Sudamérica.



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